Remodelación de Local Comercial. Qué debe tener (y qué no) un Proyecto de Interiorismo Comercial.


Una Reforma de Local Comercial supone para muchos Empresarios una de las decisiones más importantes de su vida comercial. Abrir un negocio conlleva no sólo una gran inversión económica sino una necesidad de formación, dedicación, tenacidad, esfuerzo y pasión que requieren una voluntad a prueba de bombas.


De ahí la decisiva importancia de contar con los mejores profesionales para elaborar el Proyecto de Interiorismo y abordar la reforma de local. 
Para empezar analicemos minuciosamente los dos conceptos. Aun teniendo en cuenta como se describe Interiorismo en la Wikipedia, podríamos definir de manera coloquial un Proyecto de Interiorismo Comercial como una herramienta confeccionada por un diseñador de interiores para facilitar -al empresario y/o emprendedor- la realización de su Reforma de Local Comercial.
Vamos ahora con el segundo concepto. ¿Por qué acomete un empresario la Reforma de un Local Comercial? Yo diría que para contribuir de forma eficiente a la consecución de un objetivo. Y el objetivo principal de cualquier empresario no es otro que maximizar los beneficios, es decir, aumentar las ventas disminuyendo los gastos.
Por tanto es sencillo concluir, aunque la experiencia nos dice que difícil conseguir, que el objetivo principal de todo Proyecto de Interiorismo Comercial debiera ser contribuir a maximizar los beneficios del empresario favoreciendo las ventas (estudios de circulación efectiva, focalización de productos, neuromarketing, psicología del color…) y disminuyendo los gastos(estudios energéticos, aprovechamiento 3D del espacio, aprovechamiento de materiales…).
Te podrán contar mil tonterías más, pero todas ellas debieran redundar en estas dos: Aumentar ventas/Disminuir gastos.
Qué debe tener un Proyecto de Interiorismo Comercial para una remodelación de Local Comercial
1.- Ausencia de vanidad. En ningún proyecto, y especialmente en ningún proyecto de interiorismo comercial, dado el beneficio económico perseguido, debe aparecer la vanidad del proyectista.   En algunos casos (no muchos) el resultado pudiera resultar estéticamente agradable a la vista, pero del objetivo del empresario… nada de nada. O dicho de otro modo, el dinero invertido por el empresario tanto en el proyecto como en la reforma de local comercial habrá caído en saco roto. Se habría convertido una posible e inteligente inversión en un gasto irrecuperable.
2.- Desprecio por las modas. Normalmente seguir una moda en interiorismo es sinónimo de fracaso a medio plazo. Y no únicamente porque las modas son pasajeras y los negocios suelen perdurar algo más en el tiempo, sino también porque el volumen de negocios que se unirán a una moda, por propia definición, hará que el tuyo tan solo sea uno más. Y esto contradice uno de los principios básicos de la rentabilidad y el marketing empresarial: “la diferenciación es el principio de éxito”.
No decimos que no puedas seguir una moda con tu negocio, llámese taberna irlandesa o las “actuales” heladerías de yogur sin calorías y complementos varios… Lo que decimos es que tu tienda, tu reforma de local, tu taberna o tu heladería no tiene porque ser igual al resto. Es más, no debe ser igual al resto.
3.- Foco en el objetivo del cliente. Esto es lo más importante y donde creo que nuestros proyectos son radicalmente diferentes, y se que no está bien que lo diga yo, pero si realmente lo creo así, debo decirlo. ¿Y cuál es la diferencia? Que empezamos nuestros Proyectos de Interiorismo Comercial por el final, es decir, por el objetivo del cliente

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